En la familia de Al von Dighas son un montón de hermanos. Cuando en familias tan numerosas se pone la comida en el centro para compartir, suele producirse una carrera subconsciente para comer más. Es habitual encontrar adultos que comen muy deprisa y que esto se deba a haber vivido una infancia con muchos hermanos.
Pero la familia von Dighas no es así. Son ordenados y reparten las cosas de la forma más equitativa posible. Hoy hay albóndigas para comer y Al, que tenía que irse pronto, ha comido solo. Acostumbrado a repartir, ha contado cuántas albóndigas había en la cazuela, ha dividido el total entre el número de hermanos y se ha comido las que le correspondían.
Cuando el resto se ha sentado a la mesa, ha contado las albóndigas restantes y se han hecho una pregunta: ¿cuántas había al principio?
La primera línea de la entrada contiene un número con la cantidad de casos de prueba que el programa deberá procesar.
Cada caso de prueba está compuesto por dos números, c y n, indicando el número de comensales (incluyendo al propio Al) y la cantidad de albóndigas que quedaban después de que Al se comiera las que le correspondían. Al menos hay dos comensales y ninguno de los dos números es mayor que 100.000.
Por cada caso de prueba el programa escribirá dos números separados por espacio indicando la menor y mayor cantidad posible de albóndigas que había al principio. Al ha cogido las que le correspondían sin pasarse. Eso significa que si la división no era exacta, ha cogido algo menos de lo que le tocaba para no tener que partir una albóndiga.
3 2 2 3 3 4 12
3 4 4 4 15 16