En 1986 llegó a los cines la película "Cocodrilo Dundee", una comedia sobre un cazador de cocodrilos australiano que viaja a Nueva York. El choque cultural y de costumbres hace que se vea envuelto en rocambolescas situaciones que hicieron las delicias del público de entonces. En realidad el argumento no era muy original; algo parecido había hecho, por ejemplo, veinte años antes Paco Martínez Soria en "La ciudad no es para mí" o haría unos pocos años después Jean Reno en "Los visitantes ¡no nacieron ayer!".
La película habría pasado al olvido de no haber sido por una mítica escena que se desarrolla en Nueva York poco después de la llegada del cazador. Paseando con la periodista responsable de su viaje desde Australia, un atracador le saca una pequeña navaja y le pide que le de el dinero que lleve encima. La periodista, asustada, le insta a que lo haga porque "tiene un cuchillo" a lo que él, sonriendo dice "Eso no es un cuchillo. ¡Esto es un cuchillo!" mientras saca un enorme y mucho más amenazador cuchillo.
Lo que en la película no se cuenta es que al atracador la anécdota le resultó muy divertida (aunque en el momento la cara de susto que pone es memorable) y quiso repetirla con el resto de la banda. Tanto es así que terminaron popularizando un juego basado en ella con el que pasaban las tardes. El juego funcionaba así: la banda se repartía aleatoriamente los cuchillos que tenían en su escondite y los iban sacando en secuencia. El primero sacaba el cuchillo y decía "Esto es un cuchillo" a lo que el siguiente respondía "Eso no es un cuchillo. ¡Esto es un cuchillo!". Si resultaba ser más grande ganaba y seguía él. Si no lo era, el primero avanzaba al siguiente de la banda y volvían a repetir la escena.
Está claro que el que tuviera la suerte de recibir en el reparto el cuchillo más grande llegaría al final victorioso. Pero en el juego lo que importaba no era quién llegaba al final sino quién era el que podía participar más veces en la escena.
La entrada está compuesta de distintos casos de prueba, cada uno en dos líneas.
La primera línea contiene el número de malhechores jugando al juego (hasta 10.000). La segunda contiene, por orden, el tamaño de los cuchillos de cada uno (un número entre 0 y 100.000).
El último caso de prueba es seguido de una línea con un 0 que no debe procesarse.
Por cada caso de prueba se escribirá el número de veces que participa en la escena el malhechor que más veces lo hace.
Recuerda que el que dice la primera frase de la escena ganará si el tamaño de su cuchillo no es superado por el tamaño del cuchillo del segundo malhechor.
4 10 1 10 2 4 10 11 12 13 0
3 2
En el primer caso de prueba la primera persona interpreta la escena tres veces pues nadie le saca un cuchillo mayor que el que tiene. En el segundo caso de prueba tanto la persona con el cuchillo de tamaño 11 como el de tamaño 12 interpretan la escena dos veces, una con el anterior y otro con el siguiente.