Doblando calcetines
Lo de doblar calcetines me supone una tensión fuera de lo común. Supongo que tiene que ver con el método que utilizo pero es el que he usado desde siempre y no soy muy dado a los cambios.
Mi tarde doblando empieza con un barreño lleno de calcetines limpios que acabo de quitar del tendedero. Del barreño los voy sacando de uno en uno sin rebuscar en el montón; si su pareja ya ha salido, los emparejo y los meto en el cajón. Si aún no ha salido, lo estiro y lo dejo cuidadosamente en la mesa para identificarlo rápidamente cuando encuentre el compañero. Cada vez que añado uno sin pareja a la mesa aumenta mi nerviosismo pues por un lado el hueco en la mesa es escaso y por otro no sé si podré emparejarlo o pasará a formar parte de los calcetines solteros que pueblan el mundo. Afortunadamente, siempre consigo agruparlos todos, pero algún día seguro que me quedo sin hueco en la mesa…
Entrada
La entrada está formada por distintos casos de prueba, cada uno ocupando dos líneas.
La primera línea de cada caso contiene el número N de calcetines que tengo que doblar, siempre par y como mucho 1000. En la siguiente línea aparecen N números que simbolizan los calcetines que voy cogiendo. Cada calcetín viene determinado por su tipo (color, grosor, longitud, etc.) y es un número entre 1 y 100.
La entrada termina con una línea con un 0 que no debe procesarse.
Salida
Por cada caso de prueba se escribirá una única línea con el número máximo de calcetines que tengo sin emparejar durante el proceso.
Entrada de ejemplo
4 1 1 2 2 4 1 2 2 1 6 1 2 1 1 1 2 0
Salida de ejemplo
1 2 2