La tía Manuela
A la tía Manuela le encantan los niños. Es la única razón por la que se le empañan los ojos cuando revisa su vida. Si volviera a nacer, si empezara de nuevo, se replantearía aquella decisión de quedarse soltera y sin hijos que tomó muchos años atrás.
En sus años de madurez pudo disfrutar de sus sobrinos que, cierto es, no le faltaban (al fin y al cabo eran siete hermanos, así que tuvo muchos). Pero los años siguieron pasando y esos niños se hicieron adolescentes y ahora son adultos con vidas independientes que ya han dado nietos a sus seis hermanos.
Si por ella fuera ejercería de tía-abuela, pero la distancia en parentesco y la diferencia de años hace su oficio y nunca se acuerdan de ella cuando piensan en a quién invitar a los cumpleaños de los pequeños.
Ella recuerda los nombres y cumpleaños de todos sus sobrino-nietos y para intentar que no la olviden siempre tiene algún detalle y les envía algún pequeño regalo. Eso sí, sigue anclada en el pasado, así que lo hace de la forma tradicional: compra el juguete, va a una oficina de correos, busca una caja de cartón adecuada y envía el paquete.
Entrada
La entrada comienza con una línea con el número de casos de prueba que vendrán a continuación.
Cada caso de prueba contiene seis números. Los tres primeros son las dimensiones de la caja del juguete que quiere enviar la tía Manuela. Los tres siguientes son las dimensiones de la caja de cartón que quiere utilizar para el envío. Ningún número es mayor que 1.000.
Salida
Por cada caso de prueba se escribirá SIRVE si el juguete entra en la caja de cartón y NO SIRVE en caso contrario.
Aunque la caja del juego puede rotarse, siempre debe quedar perfectamente apoyada en el suelo de la caja de cartón para evitar que pueda romperse en el trayecto. Es decir, los lados de ambas cajas deben ser paralelos dos a dos.
Entrada de ejemplo
3 1 1 1 2 2 2 1 2 1 2 2 2 4 5 3 20 10 6
Salida de ejemplo
SIRVE NO SIRVE SIRVE