Cuatro centímetros
En la noche del 20 al 21 de julio de 1969 la misión del Apolo 11 que llevó al primer ser humano a la Luna llegó a su momento más esperado. El Eagle, que transportaba a Neil Armstrong y Edwin Aldrin (Buzz para los amigos), se posó en la superficie lunar a las 20:17 UTC del 20 de julio. Casi siete horas después, a las 2:56 UTC del 21 de julio, Armstrong pisaba el suelo lunar y comenzaba la primera EVA (actividad extravehicular) de la historia sobre nuestro satélite.
Poco más de dos horas después, Armstrong le hizo una seña a Aldrin para indicarle que tenían que volver a casa. Aldrin antes de subir al Eagle desplegó un retrorreflector laser que se quedaría en la superficie lunar. Sus espejos permitirían medir con exactitud la distancia entre la Tierra y la Luna.
Y es que medir esa distancia es algo que a la raza humana le ha preocupado desde hace milenios. Si resultara que la Luna estuviera moviéndose en espiral hacia nosotros, llegaría un momento en que ¡por Tutatis! se caería sobre nuestras cabezas. Tanto nos preocupaba, de hecho, que posteriores misiones del Apolo y misiones soviéticas siguieron colocando este tipo de reflectores.
El resultado, para nuestra tranquilidad, es que no corremos peligro. La Luna se aleja de nosotros 4 centímetros al año*. Llegará un día en que ninguno de nosotros la veamos.
Entrada
La entrada comienza con un número indicando cuántos casos de prueba vendrán a continuación.
Cada caso de prueba aparecerá en una línea independiente con un número n entre 1 y 10.000.
Salida
Por cada caso de prueba se escribirá el número de centímetros que se aleja la Luna de la Tierra si transcurren n años. Para el cálculo se considerará el alejamiento aproximado de cuatro centímetros por año.
Entrada de ejemplo
3 1 2 3
Salida de ejemplo
4 8 12